viernes, 29 de julio de 2011

Mujer con mar

                                                          Foto: Elvira Gutiérrez Valle
Ella es el mar
atrapado en un cuerpo.
Ella tiene un vaivén de olas
atado a su cadera,
voz de brisas remotas
y piel tatuada de atardeceres.
Ella  tiene ojos profundos
como océanos,
su risa es una fiesta de corales,
su lengua guarda el secreto de la sal
y sus besos son tormenta en mar abierto.
Ella trae dos caracolas en su pecho
y entre sus piernas danza
un sol meridiano que derrite los huesos.
Ella es el mar atrapado en un cuerpo
que todas las noches, como la marea,
crece y se derrama sobre mis arenas.


miércoles, 27 de julio de 2011

Preguntas a la noche

¿Quién surca el cielo aferrado a la cintura de un cometa?
¿Quién cabalga en la noche con rumbo al amanecer?
¿Quién se refugia con la luna bajo las sábanas?
¿Quién penetra en tu pequeña oscuridad y descubre
la belleza infinita del universo?

¿Quién se duerme con una estrella a su lado?
¿Quién despierta mojado por una lluvia de meteoros?
¿Quién susurra buenos días hasta hacer rayar el alba?
¿Quién agradece al sol que nace,
por ser presagio de la noche que viene?

lunes, 25 de julio de 2011

Sigues aquí conmigo


Queda tu olor aferrado a mis dedos
un gesto tuyo en mi retina
tu pecho izquierdo clavado en mi costado
besos sudorosos en las paredes
tus ojos escondidos bajo la almohada
una ceja arqueada sobre mi mesa de noche
cuatro colillas, una tocola
una sonrisa atrapada en el espejo
un después encerrado en la gaveta
tu sombra desnuda caminando hacia el baño.
Cuando crees que estás lejos
sigues aquí conmigo
como un adiós atravesado en la puerta
un mensaje escrito a la carrera
una canción sonando hasta el hartazgo
el teléfono que sacude la madrugada
la voz que dice al otro lado de la línea:
he sido yo, todo este tiempo.

domingo, 24 de julio de 2011

Preguntas hipotéticas

Deja un momento de lado tu costumbre de no contestar preguntas hipotéticas y dime qué habría pasado si ese día nos hubiéramos conocido.

Si yo hubiera llegado a tiempo a tomar ese autobús.

Tal vez habríamos coincidido.

Yo le habría mentido al gordo que pasó primero por el pasillo, –¿está ocupado, señor?- aunque no esperara a nadie.

Vos habrías subido con aire ausente; me habrías tomado por un tecnócrata aburrido que se dormiría a mitad del camino y te habrías sentado a mi lado.

Yo me habría fijado en tu vestido de flores y en tus pies diminutos.

Vos habrías levantado la mano para acomodar tu pelo zanahoria; yo te habría preguntado si te molestaba la ventana abierta, vos lo habrías negado con un gesto, y habrías desabrochado un poco el botón de tu sonrisa.

Los dos nos habríamos dicho un par de cosas más, talvez intrascendentes, y nos habríamos callado con un silencio tramposo el resto del viaje.

Yo te habría esperado al bajar del bus, vos me habrías preguntado
-al borde del adiós- ¿un café?

Yo me habría olvidado de la oficina; vos habrías pospuesto varias horas
tu viaje de regreso y tu novio.

Habríamos hablado de poetas y de música, habríamos elogiado a Silvio y Aznavour, y habríamos quedado en llamarnos. Algún día.

Porque habríamos descubierto que algo... que algo nos temblaba en los ojos.

martes, 19 de julio de 2011

Desheredados


Ese asalto al corazón,
este ataque de nostalgia.
Esa copa de rencor,
esta sed nunca aplacada.
Este llanto verdadero,
esa risa simulada.
Estos versos retorcidos,
esas páginas en blanco.
Esta voz hecha cenizas,
ese grito sofocado.
Ese túnel sin salida,
este fósforo apagado.
Este demente perdido,
esa loca desbocada.
Este falso testamento,
esa herencia malgastada.
Esa historia repetida,
este cuento ya acabado.
Esta es toda mi fortuna,
ese es todo tu legado.

martes, 12 de julio de 2011

Poemas oscuros

 I
Si la noche infidente
no viene a contarme,
no me habría enterado de
que te fuiste hace tiempo.
Me sirve de consuelo saber
que no nos conocimos.

II
Vamos rodando por el caño
con el agua de la lluvia,
los desperdicios, los recuerdos…
Las fotos que nunca nos tomamos,
el título de propiedad
de lo que no fue nuestro.
 
III
Habremos de extrañar la carne
que nos ata a este madero.
La testarudez nocturna de los gallos.
Los pies fríos de los amaneceres.
El cigarrillo abandonado.
Habremos de querernos algún día
… o tal vez no.

miércoles, 6 de julio de 2011

Mariposa de piedra

Todo este tiempo has sido tú.
Todo este tiempo.
Llama que ilumina y quema.
Aguijón agridulce,
espina de besos.
Has sido tú
                 de madrugada,
llamando sin hablar,
renaciendo en mi voz,
omnipresente y lejana.
Has sido tú
            todo este tiempo,
inagotable, inolvidable.
Mariposa de piedra
intangible y concreta.
Todo este tiempo
has sido solo tú,
Con otra cara,
                  con otra voz.
Pero siempre tú.
Transmutada y constante.
Fugaz y eternizada.
Pero única.
                 Tú.
Todo este tiempo.